Más de 20 años de dedicación y empeño en la elaboración de vinos denominación de origen rondeños, con sede en uno de los enclaves históricos más relevantes de la ciudad, el Convento del Tajo, antiguo hogar de los Trinitarios Descalzos de los cuales toma nombre nuestra bodega.
Este lugar ha sufrido un proceso de restauración integral para convertirlo en el epicentro de nuestra labor, recuperando el edificio principal y sus jardines, contiguos a los extensos viñedos plantados a sus faldas, dotando al lugar de una belleza inigualable.